¡Hola crepachuches!
Vaya, han pasado bastantes años, y muchas cosas han cambiado, AMLO por fin ganó la presidencia, hubo otra pandemia, la Tierra se sigue calentando, hay matrimonio homosexual en varios estados de México, y toda la gente que escribía en este blog ya tiene título universitario.
Igual la mentalidad es la misma, más o menos. Por lo menos en mi. Veo muchas cosas parecidas, pero nomás con más golpes de la vida, jajaja. Creo que creencias del pasado se reafirmaron, aunque quiero pensar que actitudes han ido evolucionando.
Como sea, hace rato este blog salió como tema de conversación mientras hablaba con amistades. Y me pregunté, ¿por qué no subir una entrada? Aunque no estaba seguro de que tuviera mucho qué decir, a pesar de que me la paso enviándole spam a gente sobre temas variados.
Hace un par de semanas me tocó mi turno de contagiarme con el SARS-CoV-2. Eso significó aislamiento, lo que significó mucho tiempo con mis pensamientos. Quizá demasiado. Entonces, decidí hacer un live de Instagram, algo que realmente nunca hago. No tenía expectativa, nomás quería ver a la gente llegar y que la plática surgiera.
Salieron perspectivas de mi que considero interesante compartir (otra vez). Me puse a transcribir lo que dije, con ediciones menores para que se entendiera mejor, como el remover algunas muletillas. Aunque no todas, para que igual se tenga la sensación de que es idioma hablado y no escrito. Que, por cierto, estoy viendo que es difícil seguirme la pista cuando estoy hablado, jajaja
Para dar un poco de contexto, este live lo hice mientras esperaba que me entreguen una hamburguesa por Doordash, por lo que se menciona un par de veces.
Aquí la transcripción de la reflexión:
Como que, si estuvieras como en un búnker, el mundo pues no importa. Si estás en un búnker lo que pase con otras personas, el clima, lo que pase con lomitos, lo que pase en internet, lo que ha pasado con la historia de la humanidad en todo el lapso en que hemos existido como especie… no importa.
Porque, pues, ¿qué? Estás en tu cuartito, y lo demás no te afecta. Pero entonces, si el mundo no importa para ti… o sea, si el mundo no tiene un efecto en tu vida, significa que tú tampoco tienes un efecto en el mundo. Y eso es… como deep, es profundo.
Y, no sé. Siento que el encierro puede causar eso, o por lo menos lo causa en mí. Como que, no es nada más el encierro. Porque, de hecho, a veces también tengo esa sensación cuando estoy en la oficina, al ver pasillos largos y vacíos de gente. Es como una sensación muy rara.
O sea, acá bien que mal puedo ver el camión y así. Pero siento que si uno no percibe que algo está pasando alrededor, ¿cómo por qué tendrías tú que hacer que algo pase, si las cosas no suceden alrededor? O sea, si a ti nada te afecta, ¿por qué tendrías que hacer algo para afectar a lo demás? Y creo que eso es algo por lo que el encierro pega.
Aunque supongo que no es lo mismo el encierro ahorita que el encierro hace 200 años, porque hoy tenemos internet. Entonces, puede ser que el mundo está sucediendo a través de pantallas. Pero al mismo tiempo eso significa que la forma en que haces que algo suceda que también afecte al mundo es también a través de pantallas.
Entonces es como muy… o bueno, eso me pasa a mí. Es difícil. De repente, si estás en el encierro, tal cual la pantalla se vuelve el mundo, porque es el acceso al mundo. Y si quieres crear un impacto afuera de tu propia persona, pues lo haces a través de ahí. La forma en que recibes información es a través de ahí.
Y pues sí, supongo que así funciona la introversión y la extroversión en cierta forma. En que, la extroversión te hace estar más atento al impacto que el mundo… Bueno, igual y esto no es cosa de introversión y extroversión. Pero yo creo que sí ha de ser… ¿será de people pleaser contra narcisista, o yo que sé? La diferencia entre la percepción natural del impacto que tiene en ti el mundo y el impacto que tú tienes en el mundo, contra una percepción más natural simplemente del impacto que tú tienes en tu propia vida. (¡Uy, que ya viene mi hamburguesa!).
Supongo que, a la larga, los dos tienen sus ventajas y desventajas. A la larga las únicas consecuencias que estás cien por ciento seguro que vas a vivir son las consecuencias de las acciones que rigen tu propia vida. Aquí bien podría… no planeo hacerlo, NSA por favor no vengan por mí, pero bien podría tirarle una bomba a la ciudad, y correr. Entonces, sí causo un impacto a la ciudad que no me va a afectar a mi en lo más absoluto, a menos que me capture la CIA o algo así. Sin embargo, conmigo, si me doy a mi latigazos, pues eso sí es algo con lo que voy a vivir por siempre.
Y bueno, no tiene por qué ser algo feo y catastrófico. También puede ser por otro lado. Por ejemplo, si planto cien flores en un parque aquí y luego me mudo a otro lado, igual y me olvido de que esas flores existen; versus, o sea, si hago ejercicio, eso es algo cuyas consecuencias se reflejan en mí mismo. Y… pues sí.
Pero, en todo caso, como que sí se necesita un cierto nivel de percepción del exterior, ¿no? Porque, bien puedes estar contigo mismo, pero como que me viene la pregunta de que… ¿dónde empiezas tú? ¿Dónde empieza tu persona? ¿Empieza en tu casa? ¿Empieza en tu cuerpo? O sea, como que, mi uña es parte de mi cuerpo, pero ¿mi uña es parte de mí? Si me corto las uñas, si me corto el pelo, ¿estoy perdiendo parte de mí?
O sea, supongo que no. El cuerpo no es necesariamente uno mismo. Más bien, el cuerpo es una especie de accesorio. El pelo es algo temporal que perdemos, que siendo un accesorio bien que lo podemos modificar y así. Las manos, los pies…
Pero, a final de cuentas, la esencia misma de la persona está en la mente, o así lo percibo yo. Así que… en lo personal creo que termino… Vaya, he convertido el live en mi sesión de terapia. Igual y alguien puede estar fumando mota ahorita y pasar este rato, estoy diciendo puras mamadas.
Me pregunto si eso es algo que pasa. Que las opciones son o estar alrededor del mundo que está pasando o cerrar los ojos si no pasa nada alrededor mío. O igual y no cerrar los ojos, pero perderse en la misma psique de la persona.
Y… no sé cómo llegué aquí en cuanto tema de conversación. Supongo que es lo que causa el encierro.
Entonces, igual y tarea para la casa. ¿Dónde empieza la persona? Aunque, en todo caso, si la persona consistiera nada más en su psique, de todos modos, sigue teniendo el cuerpo como accesorio. Y, viendo las cosas desde un punto de vista meramente positivista, en el sentido materialista, supongo que el cuerpo humano y de otras especies evolucionaron para lanzar hormonas en ciertas situaciones, y dichas hormonas causan sensaciones que el cerebro percibe como placentera o no. O bueno, supongo que el espectro es más largo. Sí, el espectro de emociones para alguien que tiene inteligencia emocional es mucho más amplio. Pero digamos que es nada más hormonas de sensaciones buenas y de sensaciones feas. Y, al ser quien controla el accesorio que es el cuerpo humano, la mente es quien hace que saque hormonas del bienestar, o por lo menos deje de sacar hormonas del malestar.
Amigo se une al live y hablo con él
Estoy aburrido. ¡Hola [nombre], estoy filosofando sobre la vida! Y… supongo que hablarle a mi teléfono se siente menos raro que hablar yo solo. Aunque bueno… es más fácil hablar que escribir. Bien podría nomás grabarme diciendo pendejadas y luego transcribir.
Tengo covid. En teoría hoy termina mi aislamiento total y mañana puedo salir con máscara. Entonces, andaba intentando teorizar el cómo el encierro puede afectar. Y decía que, si estás encerrado y te privas del estímulo del mundo exterior, pues el mundo exterior no está sucediendo, y tienes menos motivos para hacer algo que… el mundo como que no te impacta. Y por lo tanto… o sea, no sé si por lo tanto, pero siento que sí puede haber una correlación en que, si el mundo no te impacta, no hay un deseo de la persona de afectar el mundo.
Y, en todo caso, pues podrías trabajar en auto amor e impactar en ti mismo. En cuyo caso, ¿dónde empieza la persona? O sea, ¿uno como persona dónde empieza? ¿Empieza en el cuerpo? ¿Quién es la persona?
O sea, estoy haciendo como una especie de introspección en que, si estoy solo, se me dificulta mucho estar en movimiento, y es más probable que esté nomás tirado valiendo verga. También como que sí puedo hacer cosas, pero necesito el estímulo externo de alguna forma. Ayer me puse a recoger mi cuarto, pero para eso necesité música de señora.
Igual y también debería de hacer ejercicio, la verdad. Ya si me empiezo a mover, como que todos estos pensamientos raros ya se calman. Si me pongo en el Ring Fit… estoy bien filosófico y ya de repente estoy haciendo abdominales, jajaja.
Pero, o sea, sí más que nada es en el aislamiento, en aislamiento largo. Bueno, a veces también con gente, dependiendo de cómo está el grupo, como esté el mood. Puede que me ponga a divagar. Bueno, no sé si divagar es la palabra. A darle rienda suelta a la mente y pensar en cosas. No sé, es difícil dejar de pensar, ¿no?
Creo que últimamente he aprendido a dejar de hacerlo más seguido, pero es muy difícil dejar de pensar en algo, lo que sea. Cuestionarse cosas de la vida, cuestionarse cosas del pasado, cuestionarse planes del futuro.
Pero, a final de cuentas, darse cuenta de que el pasado es pasado y no se puede cambiar, y el futuro todavía no llega. O sea, sí pero no. Porque, también, sí pasa que el pasado nos puede dar pistas para cómo manejar nuestro presente y cómo moldear mejor el futuro. Entonces, no es como que analizar el pasado sea por completo inútil o poco sano. Lo poco sano es vivir enteramente en el pasado o enteramente en el futuro. O sea, vivir en el presente sí es algo importante, pero siento que también hay cierto valor en no vivir en el presente. En el presente tanto temporal como espacial, se podría decir.
Aunque puede que esto sí sea un desgaste para personas con más tendencia a vivir en el mundo abstracto. Pero pues, no sé. Supongo que Newton durante la cuarentena de la peste bubónica, o yo que sé, no inventó el cálculo corriendo. O sea, supongo que fue una especie de transe mental, perderse en la propia mente y hacerle poco caso a lo que acontece en el mundo exterior. Que en pandemias de ese tiempo era más fácil, porque no había internet.
Y con el internet no había cosas, medios masivos de comunicación. No sé, tele, YouTube y así. Y medios más… ¿privados de comunicación, por así decir? Que redes sociales o, no sé, sería también como en Tinder, que en lo personal es algo que usé mucho durante la pandemia. O sea, la pandemia todavía existe. Por eso estoy aquí, aislado. Durante la cuarentena, pues, para conocer gente nueva. Porque, al no poder salir, no podía conocer gente nueva por métodos convencionales.
Y no me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba eso, y creo que también me estoy dando cuenta de la energía que me da conocer gente nueva y conocer nuevas perspectivas de la vida. Incluso si no me gustan, si no estoy de acuerdo. Luego sí me dan cringe y me termino quejando. Porque, de todos modos, es como cierto bienestar al saber que existe un mundo fuera de mí. O sea, que el mundo es más grande que yo.
Pero es algo de lo que es más difícil darse cuenta cuando estás encerrado. Cuando no tienes esas perspectivas diferentes o estás viendo el mundo en movimiento. Y pues, no sé. Te pierdes de puntos de vista, te pierdes de escenas que no puedes ver desde el encierro…
Ah, ya viene mi hamburguesa, JAJAJAJAJA.
O sea, para la exploración ni siquiera te tienes que ir a viajar por el mundo o algo así. Por ejemplo, ahorita ya viene mi hamburguesa, y eso ya es un estímulo exterior que me va a dar información sobre el mundo que existe fuera de mí.
Y también es importante, ¿no? Como especie animal, pues uno tiene que comer, y la comida se obtiene del mundo que existe fuera de ti. Y también somos animales sociales, ¿no? Incluso los animales que no son sociales… no sé, ¿los tigres, creo? ¿Qué animal no vive en manada? Incluso los animales que no son sociales están en movimiento. O sea, no hay muchos animales que por naturaleza estén en el mismo lugar, creo. Bueno, sí hay. Corales, cosas así. Pero incluso creo que esos ni cerebro tienen.
Igual y también puede que haya una predisposición del cerebro… o sea, una predisposición individual, que cada quien tiene uno diferente. Como del zoom, digamos, por default que hay de la vida y del universo. Un zoom muy grande da una predisposición a querer conocer todo. El zoom más gigante de todo sería como querer conocer el universo y así, querer explorar las estrellas. Pero pues también existe la microbiología. O sea, puedes explorar una infinidad de cosas con un telescopio y con un microscopio.
¡Ah, ya llegó mi hamburguesa!
Puedes explorar… puedes tener tú una aventura dentro de una célula, de la misma intensidad que tendrías una aventura explorando un bosque. Y pues eso no requiere realmente tanto movimiento, pero sí requiere una especie de ilusión de movimiento. A final de cuentas, estás físicamente en un mismo cuarto, pero sí estás explorando varias partes de una misma cosa.
Y eso sería más o menos parecido a lo que decía hace rato sobre las pantallas. Por ejemplo, yo soy programador. Estoy muy acostumbrado a explorar, a estar en movimiento. O sea, sigue siendo movimiento. A estar en movimiento mental, aunque no sea físico. Y este es el momento en que digo que después salgo de mi oficina y, no sé, yo estaba todo metido explorando código, debugueando, explorando bugs. Muchas cosas están pasando, y luego salgo de mi oficina y hay un pasillo sin nada. Y es una disonancia rara.
Tengo entendido que no la mente de todos funciona así. Puede que esto tenga que ver con el TDAH. Que, si no hay movimiento a tu alrededor, la mente va a entrar en movimiento. Entonces, en lo personal, se me hace más difícil trabajar, por ejemplo sin música. A menos que ya esté súper metido en lo que estoy haciendo, y mi mente entonces está generando ese movimiento. Pero, si mi mente no lo está generando, necesito el movimiento exterior.
A veces también me pongo a bailar. Ahora que tengo oficina solo tengo un standing desk. Estoy parado, y de la cadera para abajo estoy bailando, usualmente salsa y así; y de la cadera para arriba estoy pensando.
Lo que sigue de ahí es más que nada pura despedida, para proceder a comerme mi anvorguesa. No tengo idea de si alguno de los crepachuyenses vaya a volver a publicar algo también. Lo más seguro es que no en el futuro cercano, yo incluído. Tampoco tengo idea de si esto será leído. Pero se siente bien volver a publicar después de tantos años. 🙂
McCartney