No se si servirá de algo, ni siquiera sé si alguien que no la conociera va a leer ésto, pero siento la necesidad de hacerle aunque sea un pequeño tipo de "homenaje" en éste blog, y de que ustedes sepan quien era realmente ella.
Definitivamente no volveremos a conocer a nadie como Liz. Sin duda alguna era de las personas más buenas que hemos conocido. Sin importar la situación, su actitud siempre era positiva. No había ningún momento en que no pensara en los demás, en su familia y sus amigos. El simple hecho de conocerla era una enorme bendición, y una mucho más grande fue el haber sido su amigo. Siempre se esforzaba por sobresalir y ser la mejor, y debo decir que lo logró. Era siempre muy responsable. Se esforzaba mucho en la escuela e incluso había comenzado a trabajar. Siempre estaba ahí para tí sin importar nada, se preocupaba por todos y quería lo mejor para sus amigos. Y sencillamente era imposible no estar feliz cerca de ella.
Por desgracia no tengo la habilidad de transmitir todas sus cualidades y las razones de que fuera una gran persona en la entrada de un blog, pero debo decir que todas las personas que la conocíamos la vamos a recordar siempre, y que si conozco a alguien que tiene asegurado el cielo es ella.
Y quiero repetir lo que puse en la entrada del sueño. No podemos predecir lo que pasará en un futuro. Liz hablaba con nosotros un día, y al siguiente fuimos a su velorio. Por eso díganle a la gente lo que sienten por ella. Es mejor hablarle a una persona que a una banca desocupada o a un cuerpo en un ataúd. Vivan cada día como si fuera el último, no solo su último día, sino también el de todas las personas que quieren y aprecian, porque no sabemos si en realidad lo es.
Todos sabemos que algún día tendremos que morir. Pero vemos ese momento como un futuro lejano sin imaginarnos que podría pasar hoy mismo. Obviamente haremos lo posible para que no sea así, pero si lo fuera, no nos vallamos sin decirle a las personas lo que sentimos por ellas, y tampoco dejemos que ellos se vallan sin habérselo dicho.
Liz, siempre te vamos a querer y a recordar.
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