Hola crepachuchos!!!
Bien, ésta es una nueva sección de crepachu llamada "Crepachu Tales", en que todo el equipo crepachuyence les escribiremos bellas historias inventadas por nosotros en un ejercicio de improvisación sobre diferentes cosas. El cuento de hoy trata de un niño maya que debe enfrentar la realidad de tener cabeza de xoconostle.
Lo que esté entre paréntesis son cosas que se dijieron fuera de escena.
McCartney
Starkey
Harrison
Campbell
Había una vez un niño maya que tenía cabeza de xoconostle, Pánfilo.
Pánfilo era el objetivo de las burlas ajenas por su cabeza de xoconostle, pero un día se encontró con su padre que era el dios de las cabezas de xoconostle, así que le dijo "padre, ayúdame por favor" "no puedo".
La razón de que no pudiera es que era el dios de las cabezas de xoconostle, así que en vez de quitársela le puso otra.
Pero como sus dos cabezas eran tan perceptibles a la vista llegó el dios de la lluvia Tláloc, aunque Tláloc es un dios azteca y el niño era maya.
Y el dios de la lluvia, como estaban apunto de celebrar el día de gracias aunque es una tradición norteamericana vio las dos cabezas de xoconostle y dijo "oh, con ésto haremos el pavo". (¿por qué el maiz es amarillo?).
Así, con el maíz amarillo alimentaron a las cabezas de xoconostle y se convirtieron en cabezas de guajolote.
Los dos guajolotes se fueron volando aunque creo que no lo hacen. Los dos guajolotes no voladores que se fueron volando dejaron degollado al niño porque eran sus cabezas. (Manzanas).
A los guajolotes los atraparon y los rellenaron con manzanas, sólo que aún estaban vivos, así que le metieron la manzana por el orto. Bueno, su orto estaba demasiado grande por lo que pudieron conectarlo otra vez a la cabeza del niño, una versión macabra del "cienpiés humano", aunque con xoconostles. (Emm bueno, este... como se decía en la historia... ¡Sigue McCartney!).
Pero como la cocida fue muy improvisada el niño sólo comía mierda, así que murió poco tiempo después. Y éste es el fin de ésta bella historia.
Moraleja: no pidan favores a su padre el dios de la lluva.
(Fuera de escena):
Su papá no era el dios de la lluvia, el dios de la lluvia era Tláloc que se encontró porque vio su cabeza que su papá le había dado de guajolote.
Todos los derechos reservados.
Bien, si les gustó el cuento esperen a la publicación del siguiente. Creo que Harrison lo subirá a la cuenta de youtube (www.youtube.com/crepachu), pero no estoy muy seguro.
1 comentario:
Sin duda, es importante saber las propiedades del xoconostle para adelgazar y usarlas en platillos para beneficiarse
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