Antes que nada creo que los crepachuyenses les debemos una disculpa por... ustedes saben, sólo haber subido una entrada en todo el año pasado, y que esa entrada haya sido de las que había en los borradores. Pero según lo que hablamos hace poco crepachu renacerá con nuevas y mejores... nah, seguirá siendo lo mismo. Mientras tanto como no tengo inspiración, un texto que no escribí yo y que no pedí permiso para publicar pero le avisaré a la autora.
Aguascalientes
Aguascalientes: Ciudad de los atardeceres.
Una ciudad más en un país cualquiera. Ese país cualquiera, para mi es el mas hermoso, tercermundista, si, pero el mas hermoso. Se dice que Aguascalientes es el centro de este país, que un águila sobre un pilar es el ombligo de algo enorme.
Aguascalientes ciudad de mil y un sabores, sus calles están repletas de gente. Gente que camina bostezando, que va riendo, que mira hacia los lados sin rumbo fijo. Sus calles rodean lugares llenos de recuerdos que las personas dejan al pisar el pavimento de aquella avenida donde vimos en un carro, una bicicleta o caminando pasar a aquella otra persona que sin saber nos hizo levantar la mirada, mientras la suya observándote se alejaba.
Su historia casi desconocida, sus plazas bastante concurridas, sus miles de cafés cada vez más llenos, y su centro cada año más pequeño. Lugar de la catrina, de la pelea de gallos y de un jardín testigo de tantos amores y desamores. Aquí somos conocidos por ser personas cálidas, por decir gracias, por favor y buenas noches, somos de esas personas que hablan cantando, eso es lo que dicen todos. Somos de esas personas que a todo le agregamos el "bien": Bien mucho, bien poquito, bien grandote, bien bonito. Somos esa gente que minimiza las cosas y se contradice a diario: chica casota, chico arbolito, chico carrote. Personas raras y graciosas al fin. La mayoría sueña con irse a la capital a vivir, pero dudan de poder resistir vivir en un lugar que no sea su ciudad natal, una ciudad que les dio aire puro para sus pulmones, que les dio parques para correr, gente para conocer, calles que recorrer y vientos que saborear.
En Aguascalientes los atardeceres son largos, callados y bonitos, a veces son rosas, otras morados, algunas veces naranjas, rojos, de mil colores! Ni los atardeceres en la playa superan a los de nuestra ciudad.
Aguascalientes es mi ciudad natal, en donde crecí viendo llover en mayo y septiembre, en donde nació esta alma mía que no se va aunque este bajo tierra, que aunque este a mil millas de distancia siempre recordare exactamente cada detalle de esa silueta que veía cada día a lo lejos de un gigante que yacía, con sus manos sobre el torso, su nariz un poco rara y sus pies muy pequeños comparados con todo su cuerpo.
Aguascalientes no es un rancho, no es un pueblo, es el pequeño centro del país. El país que de todos, solo te dio un lugar para crecer, un lugar para que te dieras cuenta de que no importa que tan altos sean sus edificios, que tan grandes sean sus parques, ni cuanta gente habita ahí, si no, que tan grande es para ti el recuerdo que te dejo una pequeña ciudad.
Autora: Mitzi Torres (página de facebookb: Miseria)
Así que recuerden esperar mensadas salidas de cerebros con un año más de trauma psicológico de antes.
Be happy!
McCartney
2 comentarios:
Deberías de pedir permiso a la autora Antes de publicar, no después...
Seh... bueno, soy una persona algo descortés en ese ámbito. Como sea, confío en que me hubiera dado permiso. De lo contrario, cambiaré el texto por alguna otra cosa y haré una conspiración para que nadie recuerde esto. Además, lo hice para darle promoción (Y).
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